Cumbre de Copenhague: los trabajadores exigen soluciones urgentes
Entre el 7 y el 18 de diciembre la humanidad tendrá una nueva oportunidad para enfrentar la amenaza del profundo cambio climático que afecta al planeta. La Confederación Sindical Internacional se manifestó sobre este tema y solicitó compromisos y medidas
Con pronósticos reservados comenzó la Cumbre sobre cambio climático en Copenhague, Dinamarca. El fracaso del Protocolo de Kyoto establecido en 1997, al que Estados Unidos (principal potencia emisora de gases con efecto invernadero) nunca adhirió, es el antecedente más cercano y lamentablemente muy negativo, que esta nueva Cumbre deberá revertir.
El calentamiento global es consecuencia de la actividad de hombre que descontroladamente emana gases, en especial el CO2 (dióxido de carbono) producto del consumo de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural. La deforestación no es un tema menor, ya que también contribuye a la aceleración de los trastornos climáticos con sus conocidos males: derretimiento de glaciares, crecimiento de la masa oceánica, desertificación (foto), inundaciones y cada vez más “refugiados ambientales”.
El 80% de las emisiones de CO2 son producidas por los países desarrollados que solo reúnen al 20% de la población mundial. Población que a su vez tiene niveles de consumo enormes. Por ejemplo, para que todos los habitantes del planeta pudieran consumir como un estadounidense promedio se necesitarían el triple de recursos naturales que posee actualmente el mundo. Esta ecuación arroja una conclusión simple: la calidad de vida de unos pocos afecta a la gran mayoría de los ciudadanos del mundo.
Si se pretende evitar una catástrofe inminente, la comunidad científica recomienda reducir en un 50% la emisión de gases de efecto invernadero. Para alcanzar los objetivos a mediano plazo que permitan enfrentar el calentamiento global la inversión estimada debe ser de 66.700 millones de euros anuales y en forma continua durante 10 años. Esta suma es 12 veces menor a las sumas de dinero que se utilizaron para salvar el sistema financiero global y dos tercios de los gastos militares mundiales anuales (988 mil millones de euros en 2008).
Toda esta información revela un dilema mayor: la necesidad imperiosa de cambiar de modelo económico, reducir y modificar el consumo masivo y establecer nuevas prioridades geopolíticas. ¿Estados Unidos, China y las restantes potencias mundiales tendrán la voluntad de hacer todo esto?
El sindicalismo mundial se pronuncia
La CSI presentará en la Cumbre su declaración “Los sindicatos y el cambio climático – Equidad, justicia y solidaridad en la lucha contra el cambio climático” (ver adjunto) a fin de presionar a los responsables de las tomas de decisiones para que avancen en la dirección correcta.
La Declaración expone en detalle la postura del movimiento sindical internacional, insistiendo en la necesidad de llevar a cabo una urgente reducción de las emisiones en los países desarrollados, la financiación para la adaptación de los países en desarrollo, la creación de empleos verdes y decentes y la implementación de políticas de “transición justa”, a través de inversiones en nuevas tecnologías de bajas emisiones para reducir las huellas de carbono de las industrias existentes.
“La solidaridad es sin lugar a dudas un punto clave en el camino hacia el éxito para esta cumbre de importancia crítica”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI. “El mundo simplemente no puede esperar más. Las decisiones se tienen que tomar en Copenhague y la acción tiene que iniciarse de inmediato. Los costos humanos, medioambientales y económicos serán de lo contrario enormes.”
Tal y como se han asignado largas sumas de dinero para salvar de la quiebra a las principales instituciones financieras, “los gobiernos del mundo no deberían pensárselo dos veces a la hora de asignar largas sumas de dinero para salvar el planeta”, añadió Ryder. "Los sindicatos están comprometidos en la lucha contra el calentamiento mundial, y los gobiernos tienen que reconocer el papel de los sindicatos en las decisiones de la Convención sobre el Cambio Climático de la ONU y en el esfuerzo global común para evitar un cambio climático catastrófico en el futuro”.
Fuentes: CSI / Le Monde diplomatique