Se creó en la Argentina una Asociación de abogados por los derechos sociales
Forman parte profesionales comprometidos con la defensa de los derechos sindicales que rescatan la herencia del peronismo en materia de legislación laboral y defienden el actual modelo sindical argentino imperante.
Al cumplirse 60 años de la Constitución Nacional de 1949, que garantizó e incorporo en el marco del Proyecto Nacional del Peronismo, los Derechos Sociales para los trabajadores y el pueblo en su conjunto, un grupo de abogados laboralistas comprometidos con la Justicia Social, la defensa de los Trabajadores y el Pueblo y el Modelo Sindical Argentino, crearon la
Asociación de abogados por los derechos sociales (AADES).
La flamante entidad comenzará una Tarea de profundización de estudios, investigaciones y acciones concretas con vistas a la consolidación de aquellos derechos sociales de los trabajadores.
Además, AADES expresa su apoyo irrestricto al Modelo Sindical Argentino, que posibilito y posibilitara un modelo de país de pleno empleo y respecto de los derechos laborales y sociales conquistados. Hoy ese modelo está representado cabalmente por la Confederación general de Trabajo que conduce Hugo Moyano.
Los abogados laboralistas que integran esta Asociación reivindican como camino a seguir las palabras del documento Fundacional de la Corriente Nacional del Sindicalismo Peronista (18 de Setiembre de 2009, en Mar del Plata):
“Porque, no nos engañemos, para desterrar el hambre de la Argentina se necesita pleno Empleo, plena Educación, plena Salud y plena Alimentación. Y a eso, nosotros le llamamos Justicia Social.”
Continuación de un camino histórico
La entidad que preside el
Dr. Juan Manuel Martínez Chas señala como punto de partida la Constitución de 1949, producto de una síntesis histórica: la organización institucional de acuerdo con los grandes objetivos de la nueva correlación del poder social transformado en poder político, a partir del 17 de Octubre de 1945 y consolidado con el advenimiento del Peronismo al Poder en Febrero de 1946.
El eje de esa organización, que expresaba el Texto Constitucional de 1949, era “la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”, promover “el bienestar general” y “la cultura nacional” (Preámbulo). Los derechos individuales garantizados por la Constitución de 1853 se complementaron con un conjunto de derechos sociales que explicitaban el protagonismo de las clases populares en la política nacional y la inspiración solidaria y humanista de la nueva cultura política: derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de la educación, de la cultura (art. 37).
Nacidos de la movilización popular, muchos de ellos ya habían sido recogidos por la legislación social del gobierno peronista; ahora tenían rango constitucional. Se ratificó el respeto a la propiedad privada y se le reconoció una función social; su ejercicio debía aceptar la primacía del bien común (art. 38). Ello es así porque “el capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social” (art. 39). “La organización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienestar del pueblo dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social” (art. 40).
Se autorizó al Estado a intervenir en la economía, nacionalizar activos y actividades estratégicas para el desarrollo y la soberanía nacional; se definió un procedimiento riguroso para la nacionalización de servicios públicos y otros bienes y empresas cuando el interés nacional lo requiriera, y se declararon “propiedad imprescriptible e inalienable de la Nación” todas las fuentes naturales de energía. El comercio exterior quedó a cargo exclusivo del Estado; en el resto de las actividades económicas se garantizó la libre iniciativa privada, salvo que tuviera como finalidad “dominar los mercados nacionales, eliminar la competencia o aumentar usurariamente los beneficios”.
La Argentina de esa Constitución fue la del pleno empleo, el salario remunerador, la masificación de la educación y la salud públicas, la caída de la mortalidad infantil y el alza de la esperanza de vida; de la industria que producía aviones, barcos, camiones y automóviles; que exportaba alimentos, manufacturas, cultura, ciencia y tecnología.
Para defender y seguir luchando y profundizando esa Argentina nació AADES, para resguardar y garantizar la progresividad de los Derechos Sociales, de los Trabajadores y el Pueblo. Ese es el compromiso.