Humillante: más de mil millones de personas padecen hambre
En ocasión de la Semana Mundial de la Alimentación, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reprodujo los alarmantes datos actualizados sobre el hambre en el mundo. La situación en Latinoamérica y Caribe.
Las cifras abruman: con un incremento estimado de 105 millones de hambrientos en 2009, hay ahora
1.020 millones de malnutridos en el mundo, lo que significa que casi una sexta parte de la humanidad padece hambre. Este agobiante flagelo provoca
27.400 muertos cada día y el fin de la vida de 14.400 niños, es decir, uno cada seis segundos.
Según datos aportados por la FAO y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), casi la totalidad de las personas subnutridas en el mundo viven en los países pobres y periféricos. En Asia y el Pacífico se calcula que 642 millones de personas sufren hambre crónica, en África subsahariana son 265 millones, en Latinoamérica y el Caribe 53 millones, en Oriente próximo y el Norte de África 42 millones. En cambio, en los países desarrollados la cifra es mucho menor: 15 millones de personas.
De estos datos se desprende que el 70 % de los hambrientos del mundo habitan zonas rurales y explotaciones agrícolas de pequeña escala.
"Los pequeños campesinos necesitan acceso a semillas de alta calidad, fertilizantes, abonos y tecnologías para poder impulsar la producción y la productividad", subrayó Diouf, Director General de la FAO, agregando luego “y los gobiernos necesitan herramientas económicas y políticas para garantizar que los sectores agrícolas de sus países son a la vez más productivos y más resistentes frente a las crisis ".
Observando en retrospectiva, durante la década de 1980 y a principios de la de 1990 se alcanzaron progresos para reducir el hambre crónica, en gran parte gracias al incremento de las inversiones en agricultura tras la crisis alimentaria mundial de principios de los años 70´. Incluso antes de la reciente crisis, el número de personas subnutridas en el mundo se había estado incrementando de forma lenta pero constante durante la última década. Pero entre 1995-97 y 2004-06, coincidiendo con un descenso sustancial de la ayuda oficial al desarrollo (AOD) dedicada a la agricultura, el número de hambrientos se disparó en todas las regiones excepto en Latinoamérica y el Caribe, según el informe.
"El aumento del número de víctimas del hambre es intolerable. Tenemos los medios técnicos y económicos para hacer desaparecer el hambre, lo que falta es una mayor voluntad política para erradicarla para siempre. Invertir en agricultura en los países en desarrollo es clave, ya que un sector agrícola saludable es esencial no sólo para vencer al hambre y la pobreza, sino también para asegurar un crecimiento económico generalizado y la paz y estabilidad en el mundo", , sentenció Jacques Diouf.
Causas
El estudio, además de los datos estadísticos, expone tres motivos para entender esta delicada situación:
1. La crisis está afectando a una gran parte del mundo de forma simultánea, reduciendo la posibilidad de mecanismos tradicionales de defensa como la devaluación de la divisa, créditos, el mayor uso de la ayuda oficial al desarrollo o las remesas de los emigrantes.
2. La debacle económica llega tras una crisis alimentaria que ya ha debilitado las estrategias de supervivencia de los pobres, golpeando a aquellos más vulnerables a la inseguridad alimentaria en un momento de debilidad. Enfrentados al alza de los precios domésticos de los alimentos, la disminución de ingresos y empleo y tras haber vendido sus activos domésticos, reducido el consumo de alimentos y recortado gastos en aspectos esenciales como la atención sanitaria y la educación, estas familias se arriesgan a caer aún más en el hambre y la pobreza.
3. El tercer factor es que los países sub-desarrollados se encuentran más integrados -a nivel financiero y comercial- en la economía mundial que hace 20 años, los que les hace más vulnerables a las fluctuaciones de los mercados internacionales. Muchos países han experimentado descensos generalizados en sus flujos comerciales y financieros, y han visto caer sus ingresos por exportaciones, la inversión extranjera y las remesas. Ello no reduce solamente las oportunidades de empleo, sino también el dinero del que disponen los gobiernos para programas que promueven el crecimiento y de apoyo a las personas necesitadas.
América Latina y Caribe
Según el mismo estudio, América Latina y el Caribe incrementarán este año en tres millones las personas en extrema pobreza o indigencia. Por lo tanto, las personas hambrientas en esta región serán para 2009 de 71 millones.
El informe titulado Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2009, precisó que los avances de los últimos 20 años prácticamente desaparecieron.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la actual crisis impidió que entre 10 y 11 millones de personas abandonaran las filas de la pobreza en 2008. Además, provocó que los ciudadanos en situación de pobreza extrema aumentaran en tres millones en América Latina y el Caribe, fundamentalmente por el alza del precio de los alimentos.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, ha informado con mucha claridad a la prensa que la crisis reciente ha incrementado en 13% el hambre en Latinoamérica donde se había logrado cifras excepcionales de crecimiento en los últimos años, pero que la crisis actual está haciendo retroceder y el 30% de latinoamericanos viven instalados en la pobreza. Esto quiere decir, que 180 millones de latinoamericanos son pobres y de ellos 70 millones pueden considerarse pobres extremos en su mayoría mujeres y niños.
Además, preocupa que el número de desempleados en América Latina crezca unos cuatro millones adicionales, un continente marcado por las estadísticas con los mayores índices de desigualdad, donde el 10% más rico se lleva el 47% de la renta, mientras que el 20% más pobre se reparte el 3% del PIB regional.
Analizando más en profundidad las causas estructurales, se puede mencionar que las 17 economías más importantes de Latinoamérica, por ejemplo, recibieron en 2007 unos 184 000 millones de dólares en entradas financieras, que se redujeron a menos de la mitad en 2008 con 89.000 millones y se espera que suceda lo mismo en 2009, con 43.000 millones, según la FAO.
“Este alarmante aumento de la pobreza en el mundo se debe al neoliberalismo, al poco interés y voluntad política de los gobiernos de los países ricos por encontrar soluciones viables a este problema que son posibles si los países occidentales no hubieran invertido billones de dólares para salvar a los grandes bancos y corporaciones, mientras que de la comparativa pequeña suma de 12,300 millones de dólares acordada en Roma a comienzos de este año, para enfrentar la crisis alimentaria, solo se han entregado 1,000 millones lo que resulta una burla a los acuerdos y compromisos adoptados por los gobiernos”, mencionó el dirigente peruano Carlos Ortiz Cornejo.
Josette Sheeran, Directora del Programa Mundial de Alimentos, dijo que el hambre mundial se aliviaría considerablemente sólo con el 1% de lo que los países ricos han gastado en salvar bancos y corporaciones, a lo que podríamos agregar lo que gastan estos países en incentivar la carrera armamentista y el fomento de los conflictos entre nuestros países para favorecer a las grandes transnacionales fabricantes de armas a incrementar sus abultadas ganancias.
En el mes de noviembre (del 16 al 18) se producirá en Roma la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, considera por los expertos como una instancia clave para comenzar a revertir este sombrío escenario.
Fuentes: FAO/Rebanadas de realidad/CEPAL.
Informe: Pablo Chiesa.