Organizaciones de trabajadores de todo el mundo y especialmente del continente americano salieron a rechazar el golpe perpetrado contra el presidente Manuel Zelaya.
La CSI y su organización regional, la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), condenan de la manera más enérgica y contundente el golpe de Estado en Honduras, ejecutado por fuerzas militares el 28 de junio, y que ha tenido como principal eje la destitución y posterior expulsión del país del presidente, Manuel Zelaya.
La CSI y la CSA exigen la restitución inmediata en el poder del Presidente Zelaya(foto) como máxima autoridad ejecutiva del país, así como el pleno respeto de la voluntad popular en la República de Honduras.
El golpe realizado por los militares es el último capítulo de una confrontación entre los poderes políticos de ese país, ante la decisión del presidente Zelaya de llevar adelante una consulta popular, no vinculante, para decidir sobre la eventualidad de un proceso constituyente que permitiera la renovación de las estructuras políticas de Honduras. La consulta había sido denunciada como ilegal por el poder legislativo y el poder judicial, quienes instaron a la intervención de los militares para impedir la realización de la misma. La acción articulada de los partidos tradicionales, los grupos económicos y los grandes medios de comunicación, presionaron para la actuación de las fuerzas armadas bajo el supuesto de la protección de las instituciones, lo que ha conducido a un peligroso quiebre de la democracia.
La CSI y la CSA llaman a la comunidad internacional, en especial a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que actúen de manera inmediata frente a la grave crisis institucional en Honduras. La CSI y la CSA también instan a todos los gobiernos de las Américas para que aíslen este intento contra la democracia y la voluntad popular y solicitan que activen todos los mecanismo a su alcance para impedir que la represión y la violencia sean utilizadas por los militares para contener el descontento popular.
La dirigencia sindical hondureña ha denunciado que a partir del golpe de los militares, se estarían confeccionando listas de dirigentes sociales y políticos que serían detenidos por su compromiso con la consulta popular, lo que podría desatar una muy grave situación de represión con impredecibles consecuencias. El movimiento sindical hondureño ha convocado una huelga general indefinida.
El sindicalismo americano junto al pueblo hondureño
El movimiento sindical de toda América expresó su solidaridad con el pueblo hondureño y el movimiento sindical y social en su movilización por el restablecimiento de la democracia.
Desde la sede de la CSA en San Pablo, Brasil, Víctor Báez Mosqueira señaló: ”solicitamos al movimiento sindical internacional y en especial a las organizaciones afiliadas a la CSA en todo el continente a estar prestas a la solidaridad con nuestros hermanos y hermanas sindicalistas de Honduras y con las acciones que emprendan para restablecer la democracia y la institucionalidad en el país”.
En Argentina un comunicado de la CGT, firmado por su secretario general Hugo Moyano y el secretario de Derechos humanos Julio Piumato, repudia enérgicamente el golpe de Estado contra el Gobierno de Honduras y agrega que “ Los trabajadores organizados de la República Argentina, comprometidos con la defensa de las instituciones democráticas, rechazamos el accionar golpista de los "enemigos del Pueblo"; porque está claro que semejante violación de los derechos y de la decisión soberana de los hondureños, no es contra un Gobierno, sino contra el Pueblo en su conjunto”.
Similares manifestaciones de rechazo al golpe y de apoyo a las instituciones democráticas de Honduras surgierond e organizaciones de Uruguay, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Venezuela y Colombia, entre otros.
Fuente: Rebanadas de realidad.