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“El proteccionismo no es la solución a la crisis. Hay que profundizar la integración”

Entrevistado por Notisur, el Secretario general de la CSA, Víctor Báez Mosqueira, cuestionó los resultados de las reuniones del G-20 en Londres y de los presidentes americanos en Trinidad y Tobago. En especial, el hecho que se ignoren las diversas crisis

Durante su breve estadía en Buenos Aires, en ocasión de dos eventos organizados por la Confederación sindical de los trabajadores/as de las Américas (uno sobre Medio Ambiente y otro de integración hemisférica), Víctor Báez ofreció sus apreciaciones del actual momento histórico que atraviesa el mundo y Latinoamérica.

¿Según su visión, como repercute la crisis económica en Latinoamérica?
Esta crisis incide en la economía y el empleo de nuestros países ya que en los últimos años estuvimos vendiéndonos en gran proporción commodities y por la crisis bajó el nivel de exportaciones. Además los migrantes que se encuentran en los países centrales están enviando menos dinero. Pero desde nuestro punto de vista esta crisis no es solo financiera y económica. Previamente ya existían otras como la crisis social exacerbada por el modelo neoliberal, la crisis alimentaria y medio ambiental.
La diferencia que hay entre el movimiento sindical y muchos gobiernos de derecha y las instituciones financieras internacionales, pasa porque la solución a la crisis para ellos es buscar la salida a los desajustes financieros. Para nosotros, en cambio, hay que tener en cuenta a todas las crisis y buscar soluciones a todas.

¿Qué análisis hace de la reunión del G-20 y la Cumbre de presidentes americanos?
Vemos que hay contradicciones. En primer lugar, el congreso del G-20 en Londres no ha tenido mayor decisión, más allá de los paraísos fiscales y el control de capitales. Por otra parte esperábamos que en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago se tomara como base el consenso del G-20 y fuera más allá. Sin embargo al ver el borrador del documento que firmaron los presidentes americanos, parecía que no existía crisis ni se pretendía dar los vuelcos necesarios para cambiar el rumbo económico y político en el continente. Y es eso lo que necesitamos.
Creemos que el modelo está con problemas, pero no significa que deje de seguir intentando sobrevivir. El hecho que el G-20 haya ubicado en el centro (como coordinador y financiador) de esta crisis al FMI, sin hacer ninguna crítica al papel que el Fondo ha tenido para llegar a esto nos parece, como mínimo, llamativo.
Tenemos la certeza que los sectores empresariales y los gobiernos de derecha ya nos hicieron pagar, con privatizaciones, flexibilizaciones y terciarizaciones todo el proceso neoliberal. Ahora quieren que resolvamos el tema de la crisis con más sacrificios por parte de los trabajadores, lo cual para nosotros es inaceptable.

Hay distintas alternativas para enfrentar la crisis: proteccionismo o profundización del libre comercio. ¿Cuál es la mejor opción?
El proteccionismo no es la salida. La salida es la integración, la complementación productiva y de políticas sociales, la complementación de políticas fiscales, monetarias y económicas como forma de ir creando una verdadera integración entre los países. Generando un comercio justo que no ponga en tela de juicio las bases de un desarrollo sustentable.
El grupo de trabajo de integración hemisférica de la CSA considera firmemente que la alternativa a la crisis y a los tratados de libre comercio e inversión pasa por una verdadera integración de los pueblos a nivel regional y sub-regional. Se está diciendo que hay necesidad de un cambio en los patrones de consumo y producción, hablando de empleos verdes que implica una fuerte intervención de los Estados, pero nos quieren vender los TLC, que proponen exactamente la perpetuación de un modelo de producción y consumo que atenta contra el medio ambiente y hace insostenible el futuro mundial y por supuesto el futuro de los trabajadores y trabajadoras.

Cambiando de tema, ¿Cual es el balance que hace del primer año de la CSA?
Es una organización en construcción que se va fortaleciendo rápidamente. La CSA es producto de la voluntad unitaria de diferentes sectores sindicales y esa voluntad se está convirtiendo en un motor de muchas cosas. Por ejemplo, hemos sacado a la calle en una convocatoria de la CSA, coincidiendo con su primer aniversario, miles y miles de trabajadores y trabajadoras en varios países para manifestarnos contra los efectos de la crisis.
Entre otras cosas estamos elaborando propuestas sobre medio ambiente, lo que nos da otro argumento más para oponernos a los tratados de libre comercio y libre inversión, aún cuando estos se llamen acuerdos de asociación y vengan de Europa, porque tienen la misma concepción que los ideados por Estados Unidos para imponer en el continente.

¿Qué rol adoptó la CSA en el proceso de unificación entre las Coordinadoras y los Consejos?

La CSA no interviene, pero alienta. En estos tiempos de crisis es necesaria una auto-reforma sindical. Aquí en Argentina, en Uruguay y en Brasil existe un modelo de sindicalismo por rama, sin embargo en la mayoría de los países existe el modelo de sindicatos por empresas, y lo que es mas grave aún, varios sindicatos por empresas. En esos casos la terciarización saca a los trabajadores de las empresas entonces el poder sindical es menor. Hay necesidad de ir hacia el sindicato de rama. Todas y todos los trabajadores son iguales y no podemos hacer una distinción entre los terciarizados y los que pertenecen a la empresa.
También esa auto-reforma pasa porque se llegue una sola vos en las sub-regiones y en este caso nos parece muy positiva la unidad que se está gestando entre el Consejo de trabajadores y la Coordinadora, para que en el Cono Sur haya una sola voz. Esperamos que esa misma unidad se de en las demás regiones.