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Nueva central sindical en Brasil

Con un importante aporte de la CAT se creó la Unión General de Trabajadores que nuclea a más de 600 organizaciones provenientes de la CAT, la CGT, la SDS, independientes y sindicatos nacionales. Se calcula que en poco más de un año esta central estará en

El pasado 19 de julio en San Pablo, se dio por finalizado un proceso que llevó cerca de un año de negociaciones y acuerdos. El resultado fue la creación de la Unión General de Trabajadores (UGT).
Tres centrales sindicales se unieron para lograr dar vida a esta nueva organización de trabajadores. La Central Autónoma de Trabajadores (CAT) aportó 459 organizaciones entre: sindicales, asociaciones profesionales, federaciones y confederaciones, cooperativas y organizaciones pertenecientes al movimiento de trabajadores circulistas. También hicieron lo propio la CGT y la SDS.
Las tres centrales que se unifican están afiliadas a la Confederación Sindical Internacional (CSI) cuyo Consejo General decidió que la nueva UGT-B quedara afiliada automáticamente tras su congreso fundacional.
Esta nueva central representa a más de cinco millones de trabajadores que a través de los 2.800 delegados presentes eligieron a Ricardo Patah presidente de la UGT. El dirigente es el presidente del Sindicato de Comercio de San Pablo, que se separó de Fuerza Sindical (FS), hasta el momento la segunda central en importancia de afiliados en Brasil.
La ahora ex –CAT quedó representada con una vicepresidencia, la Secretaría de relaciones internacionales, la de comunicación y la de formación.
La UGT pretende representar a todo tipo de trabajadores, basándose en las nuevas realidades sociales. En este sentido incorpora a trabajadores cooperativizados, movimientos sociales y desocupados.
Por eso el presidente Patah(foto) definió que el desafío será representar a los trabajadores excluidos o que no tienen sindicato. Por ejemplo, en el caso del comercio paulista, hay 150.000 trabajadores informales. Hay espacio para una entidad que quiera combatir el trabajo informal, defender el medio ambiente o el impacto de las innovaciones tecnológicas en el trabajo.
El lanzamiento de la nueva central contó con la presencia de Guy Ryder, secretario general de la CSI, enviados del gobierno de Lula da Silva, varios ministros, representantes de la CLAT y la ORIT, y de centrales sindicales de todo el continente.
Ramón Ermácora secretario ejecutivo del Consejo de Trabajadores del Cono Sur, viajó con las delegación de la CGT y enmarcó la creación de la UGT como parte de una visión estratégica del sindicalismo brasilero frente al proceso de mundialización.
Dio a entender que las organizaciones unidas en la nueva central superaron el análisis de la realidad desde los parámetros de la guerra fría y que hoy hacen un análisis político estratégico diferente, incluso atendiendo a la formación del Consejo Sindical de Trabajadores de las Américas (CSTA) que se concretará en marzo de 2008.
Ermácora concluyó la interpretación de este hecho explicando que las tres centrales constitutivas de la UGT provienen de posiciones ideológicas distintas, y de organizaciones internacionales distintas, pero que han aceptado el desafío de la unidad.