Noticias
Encuentro con el mundo del trabajo
Compartimos el discurso del Papa Francisco en la Plaza Real de Turín donde instó a decirle “no” a fenómenos como la idolatría del dinero, la mafia o la corrupción. Y recordó que el trabajo no sólo es necesario para la economía, sino para la persona humana, para su dignidad, su ciudadanía y su inclusión social.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Os saludo a todos vosotros, trabajadores, empresarios, autoridades, jóvenes y familias presentes en este encuentro, y doy las gracias por vuestras intervenciones, de donde brota el sentido de responsabilidad ante los problemas causados por la crisis económica, y por testimoniar que la fe en el Señor y la unidad de la familia os son de gran ayuda y apoyo.
Mi visita a Turín inicia con vosotros. Y ante todo expreso mi cercanía a los jóvenes desempleados, a las personas con subsidios de ayuda o precarios; pero también a los empresarios, a los artesanos y a todos los trabajadores de los diversos sectores, sobre todo a los que tienen mayor dificultad en seguir adelante.
El trabajo no sólo es necesario para la economía, sino para la persona humana, para su dignidad, para su ciudadanía y también para la inclusión social. Turín es históricamente un polo de atracción laboral, pero hoy se resiente fuertemente la crisis: falta el trabajo, aumentaron las desigualdades económicas y sociales, muchas personas se han empobrecido y tienen problemas con la casa, la salud, la instrucción y otros bienes de primera necesidad. La inmigración aumenta la competición, pero no hay que culpar a los inmigrantes, porque ellos son víctimas de la iniquidad, de esta economía que descarta y de las guerras. Uno llora al ver el espectáculo de estos días, donde los seres humanos son tratados como mercancía.
En esta situación estamos llamados a reafirmar el «no» a una economía del descarte, que pide resignarse a la exclusión de quienes viven en pobreza absoluta. En Turín cerca de una décima parte de la población. Se excluyen a los niños (natalidad cero), se excluyen a los ancianos, y ahora se excluyen a los jóvenes (más del 40 por ciento de jóvenes desempleados). Lo que no produce se excluye a manera de «usa y tira».
Estamos llamados a reafirmar el «no» a la idolatría del dinero que empuja a entrar a toda costa en el número de los pocos que, a pesar de la crisis, se enriquecen sin preocuparse de los muchos que se empobrecen, algunas veces hasta llegar al hambre.
Estamos llamados a decir «no» a la corrupción, muy difundida que parece ser una actitud, un comportamiento normal. Pero no con palabras, con hechos. «No» a las colusiones mafiosas, a las estafas, a los sobornos, y cosas del estilo.
Y sólo así, uniendo las fuerzas, podemos decir «no» a la iniquidad que genera violencia. Don Bosco nos enseña que el mejor método es el preventivo: también el conflicto social tiene que prevenirse, y esto se hace con la justicia.
En esta situación, que no es sólo turinés, italiana, es global y compleja, no se puede sólo esperar la «reanudación» —«esperamos la reanudación...»—. El trabajo es fundamental —lo declara desde el inicio la Constitución italiana— y es necesario que toda la sociedad, con todos sus componentes, colabore para que haya para todos y sea un trabajo digno del hombre y la mujer. Esto requiere un modelo económico que no se organice en función del capital y la producción sino más bien en función del bien común. Y, respecto a las mujeres, —de ello ha hablado usted [la trabajadora que intervino]—, sus derechos tienen que ser tutelados con fuerza, porque las mujeres, que incluso llevan el mayor peso en el cuidado de la casa, de los hijos y los ancianos, son aún discriminadas, también en el trabajo.
Es un desafío muy comprometedor que hay que afrontar con solidaridad y visión amplia; y Turín está llamada a ser una vez más protagonista de una nueva etapa de desarrollo económico y social, con su tradición de fabricación y artesanía —pensemos, en el relato bíblico, donde Dios fue precisamente el artesano... Vosotros estáis llamados a esto: fabricación y artesanía— y al mismo tiempo con la investigación y la innovación.
Por eso es necesario invertir con valentía en la formación, buscando cambiar la tendencia que vio disminuir en los últimos tiempos el nivel medio de instrucción, y a muchos jóvenes abandonar la escuela. Usted [siempre la trabajadora] iba por la tarde a la escuela para poder seguir adelante...
Hoy quisiera unir mi voz a la de muchos trabajadores y empresarios pidiendo que se lleve a cabo también un «pacto social y generacional», como ha indicado la experiencia del «Ágora», que estáis realizando en el territorio de la diócesis. Poner a disposición datos y recursos, con la perspectiva de «construir juntos», es condición preliminar para superar la difícil situación actual y construir una identidad nueva y adecuada a los tiempos y a las exigencias del territorio. Ha llegado el tiempo de reactivar una solidaridad entre las generaciones, recuperar la confianza entre jóvenes y adultos. Esto implica también abrir posibilidades concretas de crédito para iniciativas nuevas, poner en marcha una orientación y acompañamiento constante en el trabajo, sostener el aprendizaje y la conexión entre las empresas, la escuela profesional y la universidad.
Me ha complacido mucho que vosotros tres habéis hablado de la familia, los hijos y los abuelos. ¡No os olvidéis de esta riqueza! Los hijos son la promesa que hay que llevar adelante: este trabajo que habéis indicado, que habéis recibido de vuestros antepasados. Y los ancianos son la riqueza de la memoria. Una crisis no puede superarse, no podemos salir de la crisis sin los jóvenes, los chicos, los hijos y los abuelos. Fuerza para el futuro, memoria del pasado que nos indica dónde se debe ir. No descuidar esto, por favor. Los hijos y los abuelos son la riqueza y la promesa de un pueblo.
En Turín y en su territorio existen todavía importantes potencialidades que hay que invertir para la creación de trabajo, la asistencia es necesaria pero no basta, se requiere promoción, que vuelva a generar confianza en el futuro.
Estas son algunas cosas principales que quería deciros. Añado una palabra que no quisiera que fuese retórica, por favor: ¡valentía! No significa: paciencia, resignarse. No, no, no significa esto. Sino al contrario, significa: atreveos, sed valientes, id adelante, sed creativos, sed «artesanos» todos los días, artesanos del futuro. Con la fuerza de la esperanza que nos da el Señor y nunca defrauda. Pero que tiene necesidad también de nuestro trabajo. Por eso ruego y os acompaño con todo mi corazón. Que el Señor os bendiga a todos y que la Virgen os proteja. Y, por favor, os pido que recéis por mí. Gracias.
Atras
Noticias
La construcción política y el poder
Noticias
Realidad sindical en Paraguay
Noticias
La realidad sindical en Paraguay
Noticias
Realidad sindical en Perú
Noticias
Realidad sindical en España
Noticias
12 de junio: día de la paz del Chaco
Adelante
Agenda Agenda
scroll up
scroll down
Nuevo encuentro del ciclo Incasur Dialoga. ...
Mirá el video del tercer módulo del curso de Incasur. ...
Mirá el video del primer módulo del curso de Incasur. ...
Nuevo encuentro del ciclo de debate. Inscribite aquí. ...
Memoria, actualizaciones y legados en el encuentro virtual del próximo 17 de mayo....
© INCASUR. Todos los derechos reservados.
Alberti 36. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel.: 11-3083-9696 / 11-6836-5658 -- comunicacion@incasur.org