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Compartimos la aguda mirada que nos hace llegar desde Uruguay nuestro compañero Alberto Melgarejo.

La responsabilidad empresarial

Veinticuatro cámaras empresariales se juntaron para ir en contra de la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial, aprobada en el Parlamento. Buscan que la Alta Corte de Justicia declare la Ley como inconstitucional.

Dicen que están de acuerdo con la seguridad en el trabajo pero, salvo excepciones, nunca se ha sentido levantar tanto la voz para cuidar la vida de los trabajadores y, menos aún, para que el Parlamento votara una Ley al respecto. Qué curioso, ¿no?

En verdad que, desde nuestra visión, vale más la vida de un trabajador que todas las empresas que representan todas las cámaras juntas. La Constitución mandata preservar la vida y la salud de la población, pero a muchos empresarios -no hablamos de todos sino de una a gran parte- les ha importado un rábano, porque suplir un trabajador por otro es gratis, no tiene costos. Con la Ley se van a tener que preocupar y esto sí tiene costos.

Cinismo al cuadrado

Resulta que abogados de asesinos de lesa humanidad -uno de ellos José “Nino” Gavazzo- pidieron a la Justicia que el periodista Roger Rodríguez dé datos sobre el juicio llevado adelante por Macarena Gelman respecto a la desaparición de sus padres por parte de militares en la dictadura de Argentina y Uruguay.

Extrañamente, el Juez Pedro Zalazar dispuso el levantamiento del secreto profesional para que Roger Rodríguez revelara su fuente de información. Coherente con sus derechos, sus principios, y profesión, Roger se negó. Hacia él nuestro reconocimiento como ciudadanos que buscan la Justicia.

Qué curioso, ¿no? Unos cuantos que cometieron asesinatos de lesa humanidad (decretados por la “justicia” como delitos comunes) andan sueltos y, por otro lado, hay gente de “leyes” que quieren ayudar a los pocos que están adentro para que zafen de la justicia.

Alberto Melgarejo.