Cumbre Iberoamericana: la cohesión social como estrategia para superar la desigualdad
Del 8 al 10 de noviembre tuvo lugar en Santiago de Chile la XVII Cumbre Iberoamericana. El desarrollo económico, la lucha contra la pobreza, la protección del medio ambiente y las migraciones fueron algunos de los temas discutidos por los veintidós Jefes
Aunque cuestiones como el inicio de la actividad de la papelera Botnia en el Uruguay o los cruces entre Hugo Chavez y Rodríguez Zapatero hayan llamado la atención de la opinión pública sobre la Cumbre, se trabajaron otras diversas temáticas de interés para la calidad de vida de los latinoamericanos y caribeños.
El lema del encuentro fue
“Cohesión social y políticas sociales para alcanzar sociedades más inclusivas en Iberoamérica”. En América Latina y el Caribe el concepto de cohesión social responde a inquietudes y problemas que pese a algunos avances logrados en los últimos años, aún perduran: altos índices de pobreza e indigencia; la extrema desigualdad; diversas formas de discriminación y de exclusión social.
Actualmente los principales indicadores sociales para medir el grado de cohesión social giran en torno al ingreso, la distribución de la riqueza, la tasa de desempleo, la esperanza de vida al nacer y la cantidad de personas que completan la educación primaria. Atendiendo todos estos ítems, los gobiernos participantes de la Cumbre debatieron cuales son las mejores políticas para dar soluciones efectivas a los problemas sociales que aquejan a millones de ciudadanos.
Crecimiento con igualdad, una meta todavía incumplida
La Cepal proyectó un incremento de la economía latinoamericana de 4,7 % para este año, respecto del periodo anterior, y 4,6 % en 2008, lo cual lo confirma como el
periodo de mayor expansión observado desde 1980. Sin embargo ese crecimiento no ha mermado la pobreza de América Latina y el Caribe, en la que aún
205 millones de sus 500 millones de habitantes están en esa situación y 80 millones en la indigencia.
Hay que recordar además que los gobiernos de la región se han comprometido, junto al resto del mundo, a cumplir con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, aprobados en 2000 en la Organización de las Naciones Unidas. La primera de esas ocho metas es reducir a la mitad para 2015 el porcentaje de la población en pobreza extrema y con hambre, respecto a los indicadores de 1990.
Teniendo en cuenta que el combate contra la pobreza viene ganando cada vez más terreno en la agenda internacional, una comunidad como la iberoamericana, marcada por sociedades con amplias desigualdades, debido a sus componentes y potencialidades debe responder de una manera coordinada y común al desafío de la lucha contra la pobreza. Uno de los principales factores que ayudan a comprender mejor y a combatir la pobreza es la cooperación al desarrollo. Por ello, una de las conclusiones de la Cumbre es que la Comunidad Iberoamericana elabore una agenda propia sobre la cooperación al desarrollo en América Latina.
Fuente: Cumbres Iberoamericanas