Conclusiones del coloquio sobre Iglesia y Movimiento de los trabajadores
Enrique Sosa, Monseñor Pablo Galimberti, presidente de la Conferencia episcopal uruguaya, y Monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, brindaron una conferencia de prensa para comentar las principales conclusiones del evento.
Ante la presencia de los más importantes medios de la Argentina, Enrique Sosa comenzó señalando que desde la perspectiva de la V Conferencia del episcopado latinoamericano a celebrarse el año próximo, el INCASUR junto con la CLAT decidió colaborar con el CELAM dando sus aportes del mundo del trabajo y el mundo académico.
Jorge Lozano y Pablo Galimberti comparten el departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM que tiene el objetivo de promover encuentros de reflexión sobre temas sociales. Por tal motivo Lozano explicó que este encuentro, preparatorio para la V Conferencia a concretarse en Brasil, es el primero de otros tantos, como el previsto a realizarse en octubre, con la misma temática, pero dirigido a los países centroamericanos, México y el Caribe.
Monseñor Galimberti destacó la participación de muchos hombres y mujeres ligados al mundo del trabajo de los distintos países del Cono Sur y añadió: son personas de gran militancia y trayectoria político y sindical. Vimos que en general los movimientos de trabajadores han tenido ciertos vaivenes conforme a los condicionamientos de la globalización, pero no obstante creo que hay un fortalecimiento y un convencimiento del lugar protagónico que deben continuar ocupando.
Este coloquio se realizó en un clima de diálogo franco y sincero entre las autoridades de la Iglesia y el mundo del trabajo. Cada uno reflexionó a partir de la problemática común que nos une: la cuestión social en el hoy de América Latina, y que respuestas podemos dar tanto como laicos, como Iglesia y como trabajadores organizados, enfatizó Sosa.
El obispo uruguayo se encargó de precisar algunas de las problemáticas tratadas durante el coloquio. Se habló de la precarización del trabajo, que se tapa o disimula bajo el término de flexibilización. Del problema del desempleo, principalmente en aquellos sectores que aparecen más desprotegidos: la mujer, los campesinos, quienes estuvieron en prisión. Discutimos también el rol del Estado, que no puede ser omnipresente pero tampoco debe pasar a un ausentismo dejando que todo lo haga el “dios” mercado.
Por su parte Jorge Lozano destacó que buscamos ir actualizando algunas de las perspectivas que tienen vigencia desde hace muchos años en las enseñanzas de Juan Pablo II. Se cumplen 25 años de su encíclica Laborem Exercens y en ese contexto intentamos plantear cuales son las cosas que juntos podemos ir favoreciendo en torno a la formación de las conciencias, desde las iglesias, instituciones educativas y los sindicatos para acompañar mejor a los trabajadores en busca de una verdadera justicia social..
El conflicto por las papeleras
El tema, inevitable ante la presencia de ambos obispos, fue tratado con mucha soltura y precaución por los religiosos. Sin negar que se está presente frente a un conflicto que puede dañar las relaciones entre las dos naciones hermanas, fueron enfáticos al afirmar que
existen alternativas de solución.
Se crearon espacios de escucha, a veces con acentos distintos, que representa algo fundamental para buscar juntos la verdad y construir la paz en este escenario un poco empedrado que estamos viviendo, señaló Galimberti, para agregar luego que mientras los presidentes momentáneamente están distantes, los pueblos que representan están dialogando. Hay silencios que implican “hoy no nos entendemos” pero no significa que no prevalezca la fuerza histórica y espiritual de los pueblos que pueda emerger y vuelva a reunir.
Con respecto al rol de la iglesia en este conflicto, Galimberti manifestó que desde el lado uruguayo el gobierno estuvo distante, a la escucha, agradeció pero no juzgó oportuno en este momento que la iglesia actué como mediadora.
Mientras que Lozano afirmó que en Argentina tampoco hubo un pedido formal de mediación por parte del Gobierno a la Iglesia. Pero si hubo una expresión de deseo del presidente Kirchner de que las conferencias episcopales pudieran colaborar con sus buenos oficios para le diálogo.
Lozano agregó que un funcionario de la Cancillería se comunicó con el Secretario de la Conferencia episcopal argentina, Monseñor Sergio Fenoy, para expresar esta intención. otro funcionario de Cancillería me llamó a mí para comentarme cual era el sentido de estos buenos oficios para el diálogo. Pero no se trata de un pedido de mediación, con lo que esto implica, aclaró el obispo de Gualeguaychú.