“Es muy importante en la región tener una mirada estratégica de la inversión pública y que revierta su caída”, Alicia Barcena, Directora ejecutiva de la CEPAL.
En su último informe, la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL–ONU) nos dice que estamos en un momento delicado, ya que nuestro modelo exportador está agotado.
Y nos precisa: “Es un cambio de época. La globalización está en cuestión en el sentido productivo y no solamente social del fenómeno. Hay una desaceleración estructural y no solamente coyuntural del comercio en el mundo. Y el modelo basado en las exportaciones, en el que se han basado casi todas las economías de la región, está agotado. No se puede exportar hasta el infinito”.
Ante esta dramática realidad, la CEPAL nos aconseja hacer mayor esfuerzo en materia de inversión, mejorar el consumo interno con un aumento sostenido de los salarios.
Es todo lo contrario de lo que está haciendo Macri en la Argentina, Temer en Brasil, y en otros países de la región.
La Directora ejecutiva de la CEPAL, Alicia Barcena, nos alerta afirmando: “En la región existe una divergencia interregional que amenaza con cronificarse”. Prácticamente cada país está bailando a un ritmo muy particular, ya que los procesos de integración también se están desmontando. Países que se retiran de UNASUR, y en estos días, el Ecuador de Lenin Moreno anunció su separación del proceso ALBA.
Estos hechos son el resultado del avance del neoliberalismo y de la presión de los EE.UU.
Y sobre la Argentina Alicia Barcena es terminante: “El gobierno no ha logrado superar la tormenta cambiaria con el 65% devaluación del peso frente al dólar. Por primera vez el país cerrará en números rojos. Tiene un grave déficit público. Y los 50 mil millones que le proporcionó el FMI no son suficientes. Tiene una sangría segura”.
Y es entonces que hace un llamado: “Es muy importante en la región tener una mirada estratégica de la inversión pública y que revierta su caída”. Es evidente que disminuyendo la inversión pública aumentará el desempleo, se agudizarán los problemas en la educación, en la salud, en la seguridad social, pasará más hambre la población, y el estado mínimo servirá solamente para aumentar tarifas, despedir personal de la administracion pública y reprimir.
Es que el neoliberalismo es más bien enemigo de esta mirada estratégica, y busca destruir el aparato del estado para garantizar que todo pase al sector privado, en especial a los CEOs. Para ello estimula corrupción.
Eso explica parte de las políticas aplicadas en Argentina, Brasil, México (de la era de Peña Nieto que está terminando su mandato), que se propone aviesamente la destrucción del país, de convertir al estado en un estado mínimo, hambreando al mismo tiempo al pueblo, y donde los trabajadores no figuran en el mapa de los debates, y más bien se busca amansarlo con diálogos mentirosos, debilitar al máximo los sindicatos, y si es posible destruirlo definitivamente. Para ello ponen en marcha las reformas laborales.
La CEPAL nos agrega” “No todo es comercio, hay países como Uruguay que sí se están dando cuenta de que estamos en un cambio de época, que la siguiente frontera es de la tecnología y la innovación”.
Podemos agregar que el nuevo gobierno de México, a cuyo frente estará Andrés Manuel López Obrador, quien triunfó en las últimas elecciones holgadamente con más de 30 millones de votos, tiene el plan de revitalizar el papel del estado, modificar la nueva Ley de Educación del gobierno de Peña Nieto que lo neoliberalizó-privatizó al máximo, y que su política social estará efectivamente al servicio de los pobres.
Todo el movimiento sindical latinoamericano y del Caribe está atento a las “nuevas realidades” que se están fraguando, y por ello los frentes sociales, sindicales, populares se están reactivando en la región.
Cada vez más, la CSA-CSI y otras centrales sindicales tienen una responsabilidad mayor. En el caso de los trabajadores del estado, el papel de la CLATE, cada vez tiene una mayor importancia estratégica, y por ello sus bases nacionales están en permanente alerta y lucha.
Por: Rodolfo Romero -RoRó-.