La historia del Día Internacional de la Mujer está ligada a una reivindicación que, hoy en día, nos encuentra aún en la lucha por una real igualdad de oportunidades: no se trata de lograr más espacios sólo para las mujeres sino para el conjunto de todos los trabajadores.
El Día Internacional de la Mujer no es una simple celebración. Muy al contrario, tiene una historia marcada por la violencia y por la tragedia, pero también por la lucha, por la igualdad, por la fuerza del trabajo en común y por la paz. Esa historia comienza hace poco más de un siglo y se extiende hasta nuestros días porque la lucha por los derechos, continua y perseverante, va marcando el camino hacia la justicia, el desarrollo y la igualdad.
Una cronología compleja
Como toda jornada que marca la historia para siempre, el Día Internacional de la Mujer tiene una cronología múltiple y surge a partir de distintos acontecimientos. El primero de ellos se dio el 28 de febrero de 1909, cuando se celebró, en Estados Unidos y por impulso del Partido Socialista de ese país, el Día de las Mujeres. Poco más de un año más tarde, en agosto de 1910, miles de mujeres se reunieron con Copenhague para la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Juntas, reclamaron el derecho al voto universal, la posibilidad de acceder a cargos públicos y el derecho al trabajo y a la formación profesional. Establecieron, además, como había sugerido la alemanaClara Zetkin,activista y teórica del marxismo, una fecha para celebrar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora: el 8 de marzo. En 1911, la proclama se hizo efectiva y se celebró por primera vez, aunque el 19 de marzo y sólo en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Fueron los primeros pasos, firmes y comprometidos, que las mujeres del siglo daban para lograr la igualdad.
Una lucha signada por la violencia
Pero 1911 también confirmó que la lucha debía seguir y que debía hacerse más fuerte. Lo confirmó, sin embargo, mediante un hecho violento marcado por la injusticia. El 25 de marzo se produjo un incendio en la fábrica de camisas TriangleShirtwaist, en Nueva York. Adentro, encerradas por reclamar mejoras laborales, perdieron la vida 146 mujeres trabajadoras, la mayoría de ellas inmigrantes y todas jóvenes, hasta niñas: tenían entre 14 y 23 años. Los accesos y las salidas habían sido bloqueados por los propietarios de la fábrica que, frente a los reclamos de las mujeres, pretendían evitar disturbios. A partir del incendio se creó el Sindicato Internacional de Mujeres Trabajadoras Textiles y se realizaron importantes modificaciones legislativas para mejorar las medidas de seguridad y salubridad en los ámbitos laborales. Desde ese momento, el año 1911 se convirtió en una referencia ineludible: cada año celebramos el Día Internacional de la Mujer para recordar que aquellas mujeres trabajadoras dejaron la vida en la lucha y para que, en nuestra acción, su legado y sus ideales estén siempre presentes.
Del pasado al presente, la lucha continúa
En 1917, el año de la Revolución Rusa, incentivó la lucha por la igualdad de derechos. En protesta ante la guerra, las mujeres rusas se reunieron el último domingo de febrero para reclamar pan y paz. Fue con el éxito que ya conocemos: el zar abandona el poder político y se les concede a las mujeres el derecho al sufragio. En nuestro país, el voto femenino se concreta en 1947, cuando, por impulso de Evita, el entonces presidente Juan Domingo Perón emite un decreto histórico que reafirma la Ley 13.030, emitida días antes por el Congreso de la Nación, y otorga así a todas las mujeres el derecho a voto.
Tiempo después, en 1975, las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Cada año, la celebración asume un lema. En 2013, por ejemplo, fue “Una promesa es una promesa: acabemos con la violencia contra la mujer” y, en 2015, “Empoderando a las mujeres, empoderando a la humanidad”. Este año, la jornada hará foco en uno de sus pilares iniciales, la igualdad: “Por un planeta 50-50 en 2013: demos el paso para la igualdad de género”.
Pero esta es sólo una parte de la historia de una gran lucha que se hace cada vez más fuerte, tal como muestra la realizadora argentina Natalia Funes en su corto “El rol de la mujer a través de la historia” (
https://www.youtube.com/watch?v=rfGO-s0-DT0&feature=em-share_video_user). Es que estamos sobre el camino que aquellas compañeras de principios del Siglo XX nos han dejado trazado: es un camino que se hace día a día, apostando a la igualdad siempre; es un camino que apuesta a seguir sumando siempre más derechos, tanto para las mujeres como para todos los trabajadores.