“Tenemos que amalgamar la militancia de antes con el trabajador joven de hoy”
INCASUR debate nuevas formas y herramientas para fomentar la formación sindical. La cultura de trabajadores jóvenes y las tecnologías es el punto de partida. El nuevo desafío se basa en generar liderazgos fuertes y sindicatos con identidad.
Ariel Spadaro, Secretario de prensa y difusión seccional de la Asociación Argentina de los Trabajadores de Prensa (AATRAC), y Felipe Fossati, encargado de las estadísticas y biblioteca en INCASUR, debatieron las nuevas propuestas que se llevarán a cabo para la difusión de la importancia de constituir sindicatos fuertes en una nueva cultura con trabajadores jóvenes. Además, expusieron los desafíos que tendrán que llevar a cabo en una sociedad de trabajo, donde las tecnologías se convierten en protagonistas.
¿Cómo fue tu incorporación al INCASUR?
Ariel: Entré hace quince años como integrante del dictado de algunos cursos, por medio de mi sindicato. Después, tuve la suerte de ser enviado a cursos donde venía gente de otros países de Latinoamérica. Por ejemplo, me tocó participar en el Diálogo Social en Latinoamérica y en un curso de formadores sindicales y sociales en la Universidad Católica Argentina (UCA). También, en el Seminario de Políticas en la UCA, donde participaron dirigentes sociales de todo el país. A medida que fui aprendiendo, pude empezar a hacer mis aportes, porque en ese momento no había gente joven que participara en el tema de formación. Eso es lo que me llevó a seguir participando y avanzando en el tema sindical.
Pasamos una época muy crítica en el sindicato durante la década del 90 debido a la privación de correo, lo que provocó que tomara un poco de notoriedad y en un momento mi forma intrínseca de manejarme, como rebelde y joven, fue como un motor que sirvió para poder incorporar nuevas ideas dentro del sindicato. Esto hizo que pasara de ser delegado a secretario regional de gremiales, pero hoy en día elegí ser secretario de prensa y difusión por mis estudios, los que empecé a realizar de grande. Hoy se abre la posibilidad, hace ya un mes desde que me contactó Ramón Ermácora, a formar parte de este equipo y poner todo mi conocimiento para fortalecer esta etapa.
Felipe: Ya hace años que participo en las actividades de INCASUR. Fui militante peronista, sindicalista bancario, y dirigente cooperativo, lo que me permitió conocer el INCASUR desde casi su fundación. También, participé en actividades en los años que tenía su centro de formación en Castelar y en su sede de Constituyentes. Después, viajé a Venezuela a la Universidad de los Trabajadores de América Latina (UTAL) a trabajaren la división de investigaciones y estudios, y, luego, me solicitaron la tarea de adecuar las nuevas tecnologías al Centro de Información y Documentación, manteniendo algunas investigaciones, estudios y estadísticas. Regresé a nuestro país hace seis años y, tras sobreponerme de una enfermedad, Rodolfo Romero, Damián Raventos y Ramón Ermacora me entusiasmaron para colaborar y participar en esta nueva etapa del INCASUR.
¿Con qué se encuentran actualmente?
Ariel: En particular, encuentro en esta primera etapa que hay un trabajo tradicional que hoy amerita una renovación. Nuestro aporte va a ser, a través de las nuevas tecnologías, colaborar para encontrar ese punto de cambio. Sabemos que estamos en un momento de la historia muy importante de nuestro país y de Latinoamérica, y eso hace que nosotros tengamos que repensar nuestro trabajo para generar nuevos liderazgos y solucionar parte de esa realidad que vivimos hoy, que hace diez años atrás no se veía. Es decir, hay un cambio muy grande: muchos sindicatos han recuperado institucionalidad, el trabajador se ha renovado. Ese cambio se tiene que dar a través de las tecnologías, pensando en la cultura de vida que tengan los trabajadores jóvenes. Es un desafío importante, más allá de que la historia del Movimiento Obrero amerita ese esfuerzo, es nuestra responsabilidad generar un diálogo para que los jóvenes trabajadores entiendan estos acontecimientos como propios.
¿Y cómo sumamos a los trabajadores jóvenes para que puedan incorporar nuevas miradas?
Ariel: Creo que para llegar al método, que siempre es una cuestión de prueba y error, hay que hablar en el mismo idioma que ellos, tenemos que comunicar por sus medios. Hoy tenemos muchos jóvenes que no valoran el trabajo estable. ¿Por qué no le dan valor? ¿Cuál es la cultura de valor que tienen, y que reciben de sus padres? Entonces, no solamente en el trabajo, también la educación. Antes, el trabajador sentía propio al sindicato, ahora es muy difícil porque ni siquiera el joven que se educa o al que se le hace la transposición de conocimiento lo ve propio, lo siente útil. Con el trabajador de hoy, tenemos que llegar a su idioma para que sienta que el sindicato le va quedar para él. INCASUR tiene que amalgamar la militancia de antes, con el trabajador de hoy, que es joven en todo sentido. Y ahí está el desafío. Hoy todos tienen intereses a corto plazo, pero deben mirar más allá de la realidad de hoy.
Felipe: Con el consenso de Washington en la década del 90, el sindicalismo, cooperativismo, organizaciones sociales, y el Estado fueron mediáticamente atacados no sólo en Argentina, sino en todo el mundo. Se implementaron políticas de atomización del movimiento de trabajadores argentino. Por litigios y políticas que favorecieron a trasnacionales de semillas, desapareció la Federación Argentina de Cooperativas Agrarias, todo enmarcado en la política privatizadora neoliberal que podemos sintetizar con lo que dijo el entonces ministro de Obras y Servicios Públicos, Roberto Dromi: "Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”. Recuerdo los comentarios de un amigo alemán, de la CDU (democracia cristiana), que me dijo que su canciller Kohl, luego de la caída del muro de Berlín, día a día se fue transformando en un empleado de las grandes empresas olvidándose de la economía social de mercado. Luego, Gerhard Schröder, SPD (socialdemocrcia), con la mal llamada “tercera vía”, que no fue otra cosa que un disfraz del neoliberalismo, confirmó esa observación: lo que sucede hoy en muchos países es impulsado por la nueva ola neoliberal favorecida por medios de comunicación adictos al poder concentrado de la economía. Situación de la que no escapan algunos dirigentes sociales y aquellos que viven solo de la coyuntura, careciendo de políticas estratégicas.
Ariel: Por eso me parece que el INCASUR tiene como desafío, no solo apuntar a sectores sindicales, sino también ampliarse a los dirigentes sociales. Para que esto se amalgame tiene que haber una visión horizontal, y ahí va a estar el desafío: en la constitución de esos liderazgos del movimiento obrero y del movimiento social.
El sindicalismo argentino (la CGT) no ha asociado a desocupados, que en su mayoría son jóvenes, o que vivieron de trabajos precarios durante muchos años. Nuestro desafío es que ellos conozcan los derechos que tienen, cómo se tienen que organizar y movilizarse sobre todo. Estamos en una etapa en donde la organización es necesaria, porque no sabemos si de acá en adelante van a prender una mecha para saber cuándo estamos listos para movilizarnos, y hoy, tal vez, estamos preparados muy pocos sindicatos para eso.
Felipe: Hoy los desafíos del INCASUR son múltiples. Nos encontramos viviendo un cambio de época, donde los parámetros de análisis del pasado no sirven para interpretar y comprender la realidad, por el impacto del acelerado desarrollo de las nuevas tecnologías. Nos encontramos en tierra de transición, lo que viene no sé qué es; de lo que la cultura entregó a las personas -una forma de vida estable- eso se termina; vivimos en una época huérfana. Es una época maravillosa porque hay condensación, hay espacios, pero hay que ser creativos y atreverse a elegir por la vida, la esperanza, y la utopía. Lo que el arte puede hacer es recuperar la gratuidad y la celebración de la vida, no su utilidad y su reducción a consumo. Seamos seres creativos.
Existe la opinión de que los documentos de la biblioteca en orden de importancia por los contenidos más recientes son: artículos de publicaciones periódicas, documentos, y libros. La importancia de las nuevas tecnologías aplicadas a la información nos obliga a sistematizar con programas acordes. Debemos interrogarnos “¿qué información es necesaria?”, “¿qué contenidos de la formación se necesitan?”, “¿qué videoteca creamos y la mapoteca?”
Ariel: Nuestra labor es acompañar la constitución de nuevos liderazgos para representar al movimiento obrero. Tenemos ese desafío diario y el INCASUR está listo para asumir esa responsabilidad.